«Yo no soy de aquí» es un fascinante monólogo de teatro escrito e interpretado por Fernanda Albarran, bajo la dirección de Alan Uribe Villaruel. La obra narra la historia de Semiramis, una joven colibrí que fue rescatada por sus padres humanos después de caer de su nido. A pesar de los esfuerzos de sus padres por criarla como una humana común, Semiramis siente un llamado irresistible hacia el vuelo y la libertad.
La trama se desarrolla alrededor del conflicto interno de Semiramis, quien se debate entre seguir las expectativas de la sociedad y convertirse en una persona «normal», o seguir su verdadera naturaleza y desplegar libremente sus alas. Fernanda Albarran, con su talento actoral, logra transmitir de manera magistral la lucha interna de Semiramis, mostrando al público su deseo innato de volar y su descontento al intentar encajar en un mundo que no le pertenece.
El monólogo aborda temas universales como la identidad, la aceptación de uno mismo y el deseo de ser libre. A través de la historia de Semiramis, se pone de manifiesto la importancia de seguir nuestros instintos más profundos y no dejar que las expectativas de los demás nos limiten. La obra ofrece reflexiones sobre la necesidad de ser auténticos y valientes para perseguir nuestros sueños, incluso cuando parezcan imposibles de alcanzar.
La actuación de Fernanda Albarran es impresionante. Su capacidad para transmitir emociones y conectar con el público es notable. Su interpretación de Semiramis es conmovedora y cautivadora, logrando que el espectador se sumerja en la historia y sienta empatía por el dilema de la protagonista.
El trabajo de dirección de Alan Uribe Villaruel también merece destacarse. Su visión creativa y su habilidad para capturar la esencia del texto se reflejan en cada aspecto de la puesta en escena. El uso de luces, música y otros elementos escenográficos contribuyen a crear una atmósfera envolvente que complementa perfectamente la narrativa de la obra.
En resumen, «Yo no soy de aquí» es un monólogo de teatro cautivador y emotivo que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad y el deseo de ser libres. La actuación de Fernanda Albarran y la dirección de Alan Uribe Villaruel elevan la obra a un nivel excepcional, convirtiéndola en una experiencia teatral inolvidable.